miércoles, 30 de julio de 2008

El Tropezón del Cuento

Estornudó y entonces el cuento comenzó a narrar que un pezón soltaba burbujitas en una sartén mientras una bañista roja, muda, pero dichosa, perdía el conocimiento sobre un proyectil bajo la sombra de la bahía. La pobre se había perdido con tantos cangrejos en el trapecio.

El pez dejó de leer. Bajó de la red y fue a preguntar a las gambas rojas, con el libro abierto. Estas como no sabían leer ni escribir no pudieron ayudarle y se fueron todas al circo. Fue al tratar de cerrarlo cuando se dio cuenta de lo que había pasado. Con el estornudo las palabras escritas con fichas de Scrabble se habían movido creando aquel extraño y embarazoso galimatías léxico. Ahora casi todas yacían sobre el suelo. Eso sí, algunas se habían quedado pegadas a la pagina gracias a los mocos.

Al leerlas decía algoa así: jr Da utiáfu dier ,. , Ja dosi eláel

© Richard Archer - 2008 (Todos los derechos reservados)

El Cuento Tropezón

Se agitaba convulso junto a la red de seguridad balbuciendo palabras inconexas y diminutas burbujitas. Le dolía la cabeza como si le hubieran golpeado con una sartén.

Momentos antes subía feliz y dichoso hacia el trapecio cuando su mirada alcanzó a ver el generoso escote de una bañista con cara de pez y quedó atrapada en aquella prisión.

Distraído, perdió pié y se precipitó como un proyectil contra el duro suelo del Circo Bahía. Fué tan fuerte el impacto que una docena de turistas, rojos como cangrejos, salieron despedidos fuera de él.

© Pep Bussoms - 2008 (Todos los derechos reservados)

El Cuento del Pez y el Pezón.

Nadaba bajo el agua soltando diminutas burbujitas. Tan feliz y dichoso era que no vio el pezón de la bañista abalanzarse, desde la superficie, como poderoso proyectil hacia él. Fue tan fuerte el impacto recibido que el pez perdió el conocimiento y fue a parar al fondo rocoso de la bahia donde una docena de cangrejos se lo zamparon sin hacer uso de la sarten.

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El Cuento Pezón

Se agitaba bajo la red balbuciendo diminutas burbujitas. Tan feliz y tan dichoso que apenas alcanzaba a ver la sombra que sobre él se cernía. Confiado, se dejó coger, se dejó abrazar por una tierna prisión. No sabía leer, no sabía escribir, no sabía hablar, pero una sabiduría misteriosa le decía que había llegado la hora de merendar.

© Pep Bussoms - 2008 (Todos los derechos reservados)

martes, 29 de julio de 2008

El Cuento Pez

Nadaba bajo el agua soltando diminutas burbujitas. Tan feliz y tan dichoso era que no alcanzó ver la red que sobre él se cernía. Como una extraña prisión al fondo de la sartén le llevaría.

© Richard Archer - 2008 (Todos los derechos reservados)

Divorcio

¡¡¡ Sal de mi vida y entra en mis pesadillas !!!

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lunes, 28 de julio de 2008

¿Libre?

Anhelaba la libertad, su lucha de toda la vida era en pos de ella, pero no la encontró hasta despues de mucho tiempo.
De niña, adolescente y joven, siempre luchó contra una familia controladora y opresiva que la asfixiaba y no la dejaba vivir con la libertad que ella deseaba.
Se revelaba en la medida de sus posibilidades, pero nunca era suficiente lo que conseguía.
Pensó que con el tiempo y la perseverancia lograría su objetivo:La Libertad, con mayúsculas.

Se enamoró de un buen hombre que la entendió y le dio todo. Se casaron, y durante un tiempo vivió feliz y libre al lado de su marido.
Después llegaron los hijos, los problemas del día a día, las pequeñas dificultades para llegar a fin de mes y la monotonía de la convivencia, volvía a sentirse atrapada. Sin saber muy bien en que momento había vuelto a perder la libertad.
Pensó que la vida era realmente así, que nadie se sentía libre totalmente. Todos tenían sus ataduras, sus trabajos, sus familias e incluso las hipotecas les tenían atrapados, pero ella no quería resignarse a ser una más, a ser absorbida por "la vida".
Por un momento pensó en abandonar su lucha.
Un día empezó a fantasear con lo que habría sido su vida si hubiese sido totalmente libre, la verdad es que pensándolo bien se habría casado con su marido y habría tenido a sus hijos, seguramente habría hecho todo igual y llevaría una vida muy parecida, sin embargo, donde estaba el fallo, donde estaba ese punto que lo hacía todo distinto?
De pronto se dio cuenta de su gran error, que no era otro, que el haber vivido su vida libremente sin darse cuenta, obsesionada con una libertad ficticia e idealizada, de la que había estado mas presa, que de cualquier otra cosa.
Así en plena madurez descubrió que la libertad estuvo allí siempre a su lado y no supo disfrutarla.
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El advenimiento

Llegaron de todas partes. Millones de ellos. No faltaba nadie, allí estaban todos los que eran. Fue un peregrinaje silencioso, en el sentido que nadie del resto del mundo sabía que se iba a producir tal acontecimiento. Sólo ellos, los elegidos, los que habían sido testigos, los que sabían más de la cuenta estaban allí reunidos. Así se lo habían comunicado y solicitado los "Hermanos del Espacio". Cada continente tenía su punto de encuentro. En America eligieron las llanuras de Wyoming; en Europa era cerca de Gorlicki, Polonia; en Asia a quinientos kilómetros de Ulaambataar, Mongolia; en África en una llanura alejada de la civilización cercana a Niamey, Níger y en Oceanía a trescientos kilómetros al norte de Alice Springs.

Aparecieron cuando acabó de llegar el último de los contactados. Una por cada lugar de encuentro. Lo hicieron en silencio, algunos esperaban un juego de luces que tiñese de un brillo inusual el amplio marco del cielo ya fuese de día o fuese de noche. Pero no fue así.

Los contactados contemplaron el descenso de las naves sin musitar palabra. Así eran las reglas y así deberían de cumplirse para que todo fuese bien. Algunos hacían fotos, otros filmaban video, otros se abrazaban y lloraban emocionados. Para ellos era el día más feliz de su vida, en algunos casos era un día en el que la verdad, tanto tiempo oculta por oscuros intereses lograba salir a la luz.

Las grandes naves circulares permanecieron unos minutos sobre todos ellos, sin hacer absolutamente nada espectacular. Solo girar lentamente sobre sí mismas y soltar algún que otro centelleante destello, tan leve como el de un flash de una cámara. Todo el mundo esperaba. Muchos de ellos pensaban que "Los Hermanos de Espacio" habían venido a recogerlos y portaban en sus espaldas y manos todo tipo de equipaje.

De repente las naves comenzaron a girar muy rápidamente, sobre sí mismas. A unos escasos cien metros del suelo, sincronizadas unas con las otras. Emitían un sonido parecido a un zumbido intenso y grave pero nada molesto. Los congregados no se apartaron de ellas en ningún momento. No había que tener miedo. Habían venido en son de paz...

Nadie en toda el planeta se dio cuenta de las implosiones. Ni los contactados ni los foráneos. Fueron tan silenciosas como eficaces. Las naves cumplieron su cometido y limpiaron la faz de la tierra aquellos que habían sido alguna vez testigos de su presencia a lo largo de los últimos 70 años de la historia de la humanidad. No quedó nada de nadie en los puntos de reunión, ni siquiera pertenencias. Nada que fuesen para ellos un incordio y que hubiese puesto en peligro su anonimato . Era como si hubiesen activado un enorme aspirador y se los hubiese tragado la tierra. Bueno en teoría no era así. Ahora todos los contactados no eran más que moléculas microscópicas que flotaban en la inmensidad del espacio.

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viernes, 25 de julio de 2008

Miedo irracional

Cada vez que bajaba al garaje para coger el coche experimentaba la misma sensación de miedo inexplicable.
Iba dando todas las luces hasta llegar a su coche, habría la puerta rápidamente y se metía en el a toda prisa.
Cerraba por dentro con los seguros y arrancaba el motor a toda velocidad.Estaba convencida de que había algo allí abajo que la observaba y la aterrorizaba.
Nunca se atrevió a contárselo a nadie por que tenía miedo de que la tomasen por loca, ademas no tenía pruebas de lo que intuía , era solamente eso una intuición.
Tenía muy claro que si algo se interponía en su camino pisaría el acelerador a fondo y se lo llevaría por delante.
El peor momento era cuando tenía que bajar la ventanilla para introducir la llave de plástico y abrir la puerta de salida del garaje. Lo hacía siempre lo justo para que le cupiese el brazo a través de ella, pero con una sensación de miedo que le recorría el cuerpo con un escalofrío.
Aquella mañana de diciembre era fría y con niebla, pero a pesar de ello cuando comenzó a bajar las escaleras hacia el interior del garaje, empezó a sudar, pensó en regresar sobre sus pasos, pero al mirar atrás todas las luces que había encendido se habían apagado ya, maldijo a los temporizadores y al ahorro de energía y continuó su camino en una carrera hacia su coche.
Como de costumbre subió, dio un portazo, echó los seguros y arrancó el motor.
Justo cuando se dirigía hacia la salida, vio a un hombre que se dirigía hacia ella corriendo y agitando algo en su mano.
Aterrorizada pensó que iba a atacarla con algún objeto y tal como tenía decidido para cuando llegara ese momento, pisó a tope el acelerador y se lanzó contra su agresor.
Con el impacto el hombre salió despedido por los aires y lo que llevaba en la mano terminó impactando sobre el cristal delantero del coche. Cuando ella lo miró con atención descubrió que se trataba del maletín de su ordenador portátil, y comprobó horrorizada que el hombre que yacía en el suelo era su marido.
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miércoles, 23 de julio de 2008

Vecinos

Nuestro piso es tan pequeño que compartimos cama con el vecino y su mujer. Medio baño es suyo por lo que siempre, por las mañanas, se hacen colas interminables para ducharse, o para hacer aguas mayores o menores. La cocina es espaciosa y casi cada uno tiene la suya, aun así nos corresponde fogón y medio que causa más de un conflicto, sobre todo los domingos cuando ambas familias hacemos cada una nuestra propia paella.

Mi hija tiene que dormir como un cuatro en su cama porque el hijo del vecino ocupa la otra mitad. Tendemos la ropa a medias y usamos dos lavadoras, una apilada sobre la otra. Lo único que es de uso privado en ambas casas son la puerta de acceso y salida, el recibidor, el salón y el balcón.

Lo más curioso es que después de tantos años conviviendo juntos no somos unos vecinos tan unidos como parece. No solemos hablarnos mucho. Sólo saludarnos por la mañana o cuando nos cruzamos en cualquier rincón. Somos como podrías ser tu o yo: cada uno en su casa viviendo su vida por su propia cuenta.

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lunes, 21 de julio de 2008

Lo más absurdo

-¡Hoy queremos ir intercambiados! – Exclamaron los dos zapatos a su dueño.
-Eso no puede ser. Es incomodo y me haríais daño. Además estáis fabricados para ir en su pie correspondiente.
- ¡Pues si no nos quieres llevar intercambiados te jodes y vas a la calle descalzo!

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Lo uno por lo otro

Por fin lo tenía decidido. Ya estaba harta de todo. Se cortó de un sólo tajo las venas de la muñeca izquierda y comenzó a sangrar de forma profusa. Sintió como el calor y con ello la vida se le escapaban por la mano. Estaba cada vez más mareada y débil. Miro hacia el suelo. De repente le entró un cabreo de tres pares de cojones al ver como estaba manchando de sangre el suelo recién fregado.

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Amor sin condiciones

Tenía tanta hambre... pero su amor por Hanna era tan grande que sobresalía por encima de todas las cosas. Se acercó a ella y le entregó su ración diaria. Ella ni le dio las gracias. Él no se lo tuvo en cuenta. Se sentó frente a ella. Verle comer el mendrugo de pan le hizo el hombre más feliz del mundo.

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domingo, 20 de julio de 2008

Rosas para Laura

Cada día buscaba un lugar apartado y poco transitado del parque, sacaba su pequeña navaja del bolsillo de su pantalón, y seleccionaba a su "victima".
Desde que se jubiló su vida era bastante monótona, Laura, su esposa apenas si podía salir de casa, una enfermedad degenerativa en los huesos la tenía casi inmovilizada.
Jaime solía hacer la compra y los recados por la mañana y regresaba a casa pronto para ayudar a preparar la comida, después de comer solían ver juntos la televisión o leían un rato.
A lo que no faltaba nunca era a su paseo por el parque a media tarde.
Cuando le veía prepararse para salir, Laura le decía:
-No lo hagas Jaime, no soportaría que te pillasen, imagínate el bochorno si te cogen haciéndolo.
Pero él no respondía, sonreía, le daba un beso en los labios y se marchaba.
Al regresar a casa, su mirada pícara le decía a Laura que había vuelto a hacerlo mucho antes de que sacase de dentro de su chaqueta su preciado botín.
Cuidadosamente puso en el regazo de su mujer una hermosa rosa de color carmesí y de fragancia exquisita.
Laura la tomó en su mano y la estuvo admirando en silencio, luego la olió, miró a Jaime y le dijo:
-Hoy te has superado, es mucho mas bonita que la de ayer.
El le sonrió y con una mirada llena de amor le respondió:
-¡Tu siempre te mereces la mejor de todas!

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¿Un sueño?

Le vió, era el hombre que amaba, sus manos, su boca, su mirada, esas orejas que tanto le gustaban...pero al llegar a su cabeza, se dió cuenta que tenía pelo, aunque ya asomaba por su frente, las entradas de lo que sería una calva....dejó de mirarle, y soñó, que tal vez hoy, si su edad no fuera un problema, él sería al que se uniría eternamente.

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viernes, 18 de julio de 2008

Quería ser feliz

Buscaba la felicidad, la llamaba por todos los rincones de su alma, la deseaba con todas sus fuerzas, pero no era escuchado.
Cuando parecía que la tenía justo rozándole el corazón siempre se esfumaba, por una u otra razón, se sentía desdichado.
Centró su vida en la búsqueda de su anhelada felicidad, tanto que se olvidó de vivir para si mismo.
Una noche cansado de perseguirla decidió abandonar, ya no se sentía con fuerzas para continuar, apagó la luz del dormitorio y se dedicó simplemente a dormir, sin mas.
Al despertar con el amanecer se sintió a gusto consigo mismo y feliz, por fin había encontrado lo que tanto había deseado, y habría sido el hombre mas feliz del mundo de no ser porque se dio cuenta de que en su búsqueda había empleado casi toda la vida.
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jueves, 17 de julio de 2008

Pionero

No le daba miedo nada. Quería ante todo destacar. Siempre, desde su más tierna infancia hacía lo posible por ser el primero en todo. Lo que causaba la envidia de todos sus compañeros de colegio. Quería ser el numero uno. A toda costa. Y una vez más lo consiguió: Fue el primero en morir al tratar de nadar en un pozo de lava hirviendo sin la ayuda de un traje protector.

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martes, 15 de julio de 2008

Achaques

Un día, no recuerdo muy bien cual, la luna se encontró con el sol y le dijo:

-Estoy preocupada. Acaban de decirme que los cráteres de mi piel es irreversible.

-No te quejes- Le contesto el sol - A mi me acaban de encontrar en la espalda unas extrañas manchas solares.

En eso la tierra que escucha la conversación se acerca a ellos y les dice:

-Sois unos llorones... Fijaos en mi, yo retengo líquidos y encima estoy llena de parásitos.

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El Grito

Abrió la boca. Aunque de ella no surgió ninún sonido emitió un grito desgarrador.

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domingo, 13 de julio de 2008

Celos

No le molestó que a su Frank le creciese un hocico lleno de dientes, las orejas se le pusieran de punta, que sus ojos se le tornasen amarillos, malignos y muy brillantes. Tampoco le molestó que su cuerpo cambiase considerablemente de tamaño, ganase musculatura y se le llenase de pelos oscuros y ralos. No se preocupó que sus manos se convirtieran en patas y las rodillas se le doblasen del revés o que le creciese una especie de rabo por encima de su culo. Hasta mirándoselo bien aquel hijo de puta parecía mucho más sexy.

Tampoco le molestó que aullase a la luna y que rugiera a continuación como un condenado ser de ultratumba dejándole los putos tímpanos pitando como cien sirenas de coches de bomberos. Lo que le molestó. Lo que le más le jodió de veras fue que, una vez transformado, el cabron de Frank se olvidase de ella y se acercase a esa apestosa mujer loba que le había mordido, le lamiese su sucio coño y acabasen jodiendo y enganchados como dos perros salidos delante de ella.

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Uno entre un millón

-Seguranzas Goldberg le atiende Lynn Goodbright ¿En qué puedo ayudarle?

-Buenos días... vera le llamaba para darle un parte.

-Muy bien señora ¿o señorita? ¿Me puede usted decir su nombre?

-Señorita y me... me llamo Evelynn... Evelynn Grace

-Muy bien Señorita Grace Para ir más rápidos ¿me podría usted pasar el numero de su póliza?

-Sssi ssi si si... Espere un momento.

-No se preocupe espero.

-Es el F/45574-2455287-33312/L

-Un momento...¿Vive usted en el 15 de Rio Vista Street de Wichita no es cierto?

- Ssssi. Correcto.

- ¿Y en qué puedo ayudarla?

- Bueno... verá… acabo de tener un incidente. Le llamo... le llamo desde casa de mi vecina ya que desde hace una hora mi casa fue...vera... como se lo puedo decir. Es que estoy muy nerviosa.

-No se preocupe. Usted dispone un seguro del hogar a todo riesgo no hay nada que no pueda temer.

- Bueno... no se...es posible.

-¿Qué ha sucedido en su casa, una fuga de gas, de agua, un incendio, cristales rotos, un robo?

- Bu… bueno un... un poco de todo.

- Perdone ¿a qué se refiere?

- Mi casa... mi casa ¡Ay Dios! Mi casa... ha desaparecido... bueno no está ahí pero ahora hay algo encima de ella. Algo que se ha caído del cielo.

-¿Perdone?¿A qué se refiere cuando dice que se ha caído del cielo? ¿Acaso se trata de un tornado? ¿Un tornado ha arrojado algo sobre su casa?

- Nnno.

-¿Se ha estrellado un avión es eso se ha estrellado un avión sobre ella?

- Nnno.

- ¿Una avioneta?¿Un Helicóptero? ¿Un globo aerostático?¿Un… un meteorito?

- Nnno exactamente.

-¿No exactamente? ¿Puede decirme Señorita Grace qué es lo que se ha estrellado contra su casa?

- Bu.. bueeenno. Igual le va a costar creerselo pero... pero le aseguro que es cierto. Sólo me preocupa un poco si el seguro se va a ocupar de... de los daños...

- A ver tranquilícese ¿Qué es lo que puede haber caído del cielo sobre su casa que no sea un avión, helicóptero, satélite o meteorito?

- Es algo grande... se lo aseguro y también le aseguro que vino del cielo. Precisamente lo estoy viendo con mis propios ojos desde la ventana de la cocina de la Señora Austin, mi vecina. Y no sólo yo... también todos mis vecinos, la policía del condado, los bomberos y… y ahora el ejército.

- ¡El ejercito! ¿De qué se trata?

-¡Se.. se trata de un platillo volante! ¡De un OVNI!

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jueves, 10 de julio de 2008

La Maniobra de Valsalva

Trabajaba día y noche, sin parar, sin descansar. Tenía mucha ambición. Quería ser la mejor. Su objetivo en la vida era llegar a lo más alto pero sobretodo ganar mucha pasta y tener una casita en una playa de Hawaii donde poder descansar sobre un mullido Tatami en un suelo de bambú. La competencia era dura. Había demasiados perros detrás del hueso y eso la obligaba a olvidarse de su vida privada. A duras penas podía atender su casa y menos a su marido. Pero sobre todo y pese a las insistencias había decido cerrar sus ovarios a cal y canto ante la sugerencia de la llegada de un hijo al matrimonio. Ni hablar. Antes abortaba. Había otras preferencias en su vida, en sus planes de futuro.

Sus otros compañeros de trabajo a veces veían como sufría cuando tenía que ser amable con el resto del mundo; utilizar un tono alegre y vivaz de voz mientras hacía esfuerzos sobrehumanos por mantener la expresión de asco sobre la persona que tenía al otro lado del teléfono. Cuando la relación era cara a cara al principio lo pasaba muy mal. Luego se acostumbró. A veces pensaba que si no hubiera sido ejecutiva habría sido una buena actriz. Además supo sacar partido de los contactos, sentía predilección cuando estos eran más importantes y podían servirle para promocionarla. Primero relacionarse luego ya habría tiempo de lavarse las manos con agua y mucho jabón. Aquello era desagradable pero al fin y al cabo bueno para sus planes de futuro.

Sabía que la llamaban “La Machine” Lo odiaba a horrores. Le corroía las entrañas oír como cuchicheaban a sus espaldas al respecto. Aquello le hervía la sangre. Le costaba comprenderlo. Ella se consideraba ante todo una buena trabajadora, fiel y servicial a su empresa. Trabajaba para ver tu sueño hecho realidad. Si, era cierto que a lo largo de su particular carrera había tenido que sacrificar muchas cosas, amistades, relaciones familiares. También había aprendido a pisotear cabezas. Algunas como las de ellas, ambiciosas y molestas; otras de personas que ni siquiera le aportaban nada. Pero no tenía remordimientos. Tenía un sueño y su objetivo era cumplirlo. Aun le quedaba mucho para eso. Su dinero amasado con tesón, su casita en la playa...


Durante los últimos meses se quedaba hasta muy tarde en el despacho. No iba ni casa a dormir. Su dieta era pobre (vivía de la máquina de tentempiés). Había notado serios problemas intestinales. Tomaba varias cosas para solventarlo. Algunas le producían largas carreras hacia el baño. Se enfadaba porque le quitaba productividad por lo que solía realizar grandes esfuerzos.


La encontraron una mañana. Sentada en el wáter con las bragas en los tobillos. Muerta. Sobre la mesa de su despacho un libro ilustrado sobre Hawaii.



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martes, 8 de julio de 2008

Sin Remedio

Como aún le quedaba un rato quiso aprovecharlo para escribir un cuento, pero cogió el lápiz y se le acabó la mina. Buscó una pluma y se quedó sin tinta. Consiguió una máquina de escribir, pero se quedó sin papel. Buscó un ordenador, y justo al encenderlo se quedó sin memória, por eso ya no pudo recordar para qué quería el ordenador, la máquina, la pluma y el lápiz.

Así que decidió dejarlo todo y salir a dar una vuelta, y fué entonces que se le acabó el tiempo.

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lunes, 7 de julio de 2008

Dos discuten si una quiere

-¿Me quieres?

-Claro que te quiero.

-Pero, ¿cuánto me quieres?

-Pues mucho.

-¿Y cuánto es mucho para ti?

-No se mujer, pues, mucho es mucho.

-Ya, pero ¿qué serias capaz de hacer por mi?

-Cualquier cosa.

-Eso es fácil de decir, pero matarías por mi?

-Depende si estuvieras en peligro...

-¿Y si yo te lo pidiera?

-¡Mujer, que locura dices!!

-Que, ¿lo harías o no lo harías?

-No, no lo haría, no mataría a nadie solo porque tú me lo pidieras!!

-¡Ves, ya sabía yo, que no me querías!!

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Olvido

El avión despegaba lenta y suavemente, no había motivo alguno para preocuparse, el tiempo era favorable para volar, todo parecía estar en orden y nadie del pasaje ni de la tripulación se veía especialmente preocupado.

Sin embargo Ricardo estaba inquieto, había volado docenas de veces, y nunca había sentido esa sensación de pánico que le estaba desbordando, se dijo a si mismo que no tenía motivo para sentir miedo, intentó serenarse con el whisky que pidió a la azafata y con el tranquilizante que ingirió con él, en ocasiones normales habría bastado para relajarse e incluso dormir un poco. Pero no consiguió el efecto deseado, al contrario, el corazón le latía a mil por hora.

Sin saber muy bien porque empezó a rezar, nunca había sido muy creyente, pero en ese momento sintió la necesidad de creer en Dios o en lo que fuese.

En mitad de una oración sintió una fortísima explosión, la gente gritaba y el avión se sacudía bruscamente, vio una intensa llamarada a su espalda, justo en la bodega de carga, y entonces comprendió el motivo de su miedo.

Estaba tan abotargado por las drogas que había tomado antes de embarcar, que no recordaba que hacía un mes que estaba planeando hacer explotar el avión con él dentro.

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El sótano del Terror Vol. 3

La Bestia

“No tuvo tiempo de reaccionar. La noche, el sueño, lo imprevisible… El inmenso ser sin forma, que permanecía al acecho en la cuneta de la carretera se abalanzó sobre el coche arronjándolo con furia hacia el empinado barranco situado al extremo opuesto donde se encontraba agazapado. Encontraron el coche días más tarde. No había rastro ni de ella ni de su pequeño. Nunca jamás supieron de ellos. “


Ellos

“No sabía que hacía en aquel lugar. No estaba en su casa, en su cama ni tampoco soñando, sentía un frio atroz, mucho miedo y confusión. Se acurrucó sobre la lápida y comenzó a rezar sobre todo para que amaneciese lo antes posible. Pero poco le sirvieron sus oraciones. Antes de terminar la primera aparecieron “Ellos”.

Las autoridades la encontraron bastantes horas más tarde. Sus cabellos estaban tan blancos como la nieve. Se había arrancado los ojos, los encontraron en el suelo a pocos metros de donde se encontraba ella. Era tal el terror que había vivido que se abrazó a si misma clavándose las uñas con fuerza en la parte superior de sus brazos y uno de los costados.”


Mundo Reverso

“No se dio cuenta de la presencia diabólica que la miraba sonriente al fondo del reflejo del espejo que estaba utilizando porque estaba muy ocupada depilándose la barbilla con unas diminutas pinzas.”


Asenso

“No encendió la linterna. Prefirió no ver el rostro del ser que la iba a devorar.”


Divum substrictus ashore coniecto privatus

“Pronunció la invocación. Sin olvidarse ni una sola palabra. Con la entonación correcta. Respetando todas las pausas. En el cielo se abrió un inmenso portal espaciotemporal, de un tono intensamente rojizo. Entonces se dio cuenta de una cosa: con los nervios se había equivocado de página. De repente millones de demonios descendieron de los cielos invadiendo de forma aberrante la tierra.”

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Llamando a tu puerta

-¡Y no abras la puerta a nadie! - Le dijo su madre al pequeño Tobías. - ¡Bajo ningún pretexto!
-De acuerdo mami. - Le contestó el niño mientras no dejaba de mirar la televisión con el vaso de leche en la mano y las galletas sobre el plato.
-¡Volveré en menos de lo que canta un gallo! ¡Pórtate bien!
- Siiii mami.
Miss O´Connor se fue a la calle, realizó alguna de sus compras, telas para las cortinas, un ramo de flores y un jarrón donde depositarlas. Luego fue a la peluquería y comprar unas frutas al colmado de la familia Luiggi.
Cuando entró en casa Tobías aun permanecía sentado viendo la televisión.
-Hola cielito, que tal la mañana ¿Llamó alguien al teléfono?¿Picaron a la puerta?
- Bien. Viendo mi programa favorito. Nadie al teléfono. Pero si a la puerta. - contestó el pequeño de un tirón. Sus ojos no se despegaban de la pantalla del televisor.
-¿No le abrirías verdad? - Le preguntó mientras depositaba el ramo sobre la mesa de la cocina y llenaba el jarrón con agua del grifo.
-No mami. Hice lo que tú me dijiste.
- Buen chico. Así me gusta que seas muy obediente – le contesto sonriendo mientras colocaba el ramo dentro del jarrón. - Y por un casual… ¿Te dijo quien era?
-Bueno me dijo que era alguien muy importante. Alguien que venía a cambiar nuestras vidas. Me dijo que se llamaba Mister Goodluck*. Insistió un par de veces más pero no le quise abrir. Quien sí lo hizo fue la Miss McGuilliam la vecina.
-¿También la visitó a ella? Entonces sería un vendedor ambulante.
-Supongo. Pero es curioso... ¿Sabes mami? creo que le debió vender algo muy valioso porque Miss McGuilliam no hacía más que dar gritos y saltos de alegría. Los vecinos salieron de sus apartamentos y no hacían más que felicitarla. Incluso la aplaudían. Hasta vino el Mister Burbanks, el director del banco donde papi y tu tenéis los ahorros. Lo escuché felicitarle varias veces desde el otro lado de la puerta.

*Buena suerte en Inglés

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