Uno de sus discípulos invadido por la duda levantó la mano y preguntó a su mentor:
-¿Maestro qué nos ha querido decir con ese extraño mensaje?
Confucio se inclinó hacia un lado y sin decir nada soltó un tremendo pedo. Segundos más tarde comentó:
-¿Me hacéis el favor de pasarme el Sake?
© Richard Archer - 2008 (Todos los derechos reservados)
2 comentarios:
La verdad es que ser Confucio debía ser un poco coñazo
jajajaja si un poco ademascualquier cosa que hiciera el pobre se convertía en una frase lapidaria.
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